Takii se fundó en 1835 como un almacén de semillas que comercializaba semillas de las hortalizas locales de Kioto. Jisaburo Takii, conocido como persona muy trabajadora y un agricultor de confianza, empezó a producir y distribuir semillas de calidad, lo que fue el auténtico principio de Takii.
Kioto era una antigua capital adonde llegaban diversos tipos de hortalizas de otras zonas y se ofrecían a la familia imperial y a muchos dignatarios de los templos. Así fue como Kioto se convirtió en una de las cunas de la industria de las semillas en Japón.
En 1920, Takii empezó a exportar semillas al extranjero, y después de 1926 fundó su Departamento Internacional.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, Takii se ha dedicado a obtener semillas de calidad, crear nuevas redes de distribución y nuevas formas de promoción, con lo que ha conseguido ser reconocida como una de las principales empresas de la industria semillera.
Hasta el día de hoy, nuestra fortaleza se basa en nuestra experiencia y autenticidad. Lo que creamos ahora se asienta sobre la base de una extraordinaria gama de variedades, técnicas y conocimientos que hemos acumulado en los últimos 183 años.
Mediante la innovación llevada a cabo con cuidado, precisión y autenticidad, hemos llegado a ser los expertos que somos en la actualidad.
La historia de Takii, cuyas raíces se remontan a hace casi dos siglos, es una historia de tradición, autenticidad, profesionalidad y crecimiento. Empezó en 1835 con un pequeño almacén familiar de semillas en Kioto, Japón, y desde entonces Takii ha definido continuamente un estilo de gestión y una filosofía que la han llevado a ser una empresa con presencia mundial líder en fitomejoramiento de variedades de flores y hortalizas de máxima calidad.
Takii es un apellido japonés. Nuestro presidente y director general actual, Denichi Takii, es la 5ª generación al mando de la empresa. Los círculos simbolizan el infinito, la totalidad, la integridad y la perfección original. El círculo rojo representa el Sol y su poder masculino, también aparece en la bandera de Japón. El círculo amarillo representa la Madre Tierra y su energía femenina. El círculo azul representa el agua, su pureza y su fertilidad. Los tres círculos están entrelazados y son los tres recursos naturales que juntos son necesarios para hacer germinar una semilla y revivir su potencial. Con estos tres colores primarios se pueden obtener todos los demás colores. El recuadro con las esquinas redondeadas representa que nada es totalmente recto en la naturaleza.